huele a nieve de abril,
a cervezas de incertidumbre.
se multiplican los estorbos,
la confianza se viste con retales
y Madrid con marcapasos.
los muelles de mi cama enmudecieron
mientras palpitaban proyectos ajenos,
al otro lado de un muro de sueños heridos.
las calles del centro cerraron,
condenadas a un derribo de palabras,
de dulces recuerdos de miedo y sin prisas.
mi boca escupe retazos de rabia,
tú llegas tarde al rescate,
te caes en un charco de lluvia empapada,
eres otra, tan extrañamente ajena
que condeno tu retraso y tus lamentos.
·rafael gonzález tejel·
·pequeños sueños gravemente heridos·
·pequeños sueños gravemente heridos·
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